Opera ya es una alternativa a tener en cuenta
Le ha costado llegar, pero lo ha conseguido: Opera ya es una alternativa a tener en cuenta. El navegador noruego recupera el sitio del que se cayó en 2013 y sin ser lo que era, tiene sus virtudes. ¿Las suficientes como para considerarlo un reemplazo de Firefox o Chrome? Como siempre, depende.
Opera 31 apareció hace un par de semanas y desde entonces lo ando utilizando como navegador principal, en general, con muy buenas sensaciones y algún sinsabor ocasional. Nada que no me suceda con cualquier otro navegador, lo que me lleva a dedicarle este artículo. Porque no lo probaba desde Opera 27 -su segundo lanzamiento en Linux- y han cambiado muchas cosa a mejor.
Por ejemplo, puedo dar fe de de la novedad más importante de su última versión según sus desarrolladores: por lo menos en Linux, Opera arranca más rápido que ningún otro. Pero como no todo es el tiempo de arranque, veamos qué más tiene que ofrecer navegador web… ¿alternativo?
Chromium por dentro…
Sí, Opera usa la amplia y sólida base de Chromium para construir una experiencia personalizada, perdiendo de paso todo lo que lo hacía característico: sus numerosas características, precisamente. Sin embargo Opera 12continúa disponible para quien quiera instalarlo y qué deciros, no es recomendable en absoluto por varios motivos.
El pasado no va a volver y es preferible centrarse en el ahora. Que Opera se base en Chromium tiene ventajas indiscutibles como un gran rendimiento y compatibilidad, a la par que arrastra su mayor handicap: consumo voraz. Así es el multiproceso, de hecho: rendimiento a cambio de memoria y no solo eso, pues también aporta estabilidad y aunque no lo parezca o suene contradictorio, un uso más eficiente de los recursos. Al menos con la estabilidad, cumple (le he metido caña).
La pregunta es, ¿te lo puedes permitir (por máquina, se entiende)? Porque si te lo puedes permitir, en estos momentos no hay nada que supere a Chromium a nivel de rendimiento.
Otro punto a favor de basarse en Chromium es que Opera dispone de sus propias extensiones… y de las de Chrome. Solo extensiones, ojo, no aplicaciones. Aun así es un dato interesante para cubrir huecos no cubiertos por la oferta nativa, y es que el archivo de complementos del navegador de Google es ya inabarcable.
… Opera por fuera
Y cada vez más Opera, cabría añadir. Cuando probé Opera 15 (en Windows) lo resumí como decepcionante y prometedor al mismo tiempo. De toda una suite de Internet como era Opera 12 solo habían dejado el logo, porque lo demás era un producto verde y falto de características. Versión tras versión, no obstante, los desarrolladores se han desdicho en varias ocasiones implementando funciones tan básicas como los marcadores, o tan típicas de Opera como el panel lateral. Un trabajo incompleto todavía, pero con bastante estilo.
Me atrevería a decir que Opera ofrece la mejor experiencia por defecto en lo que a marcadores y página de inicio se refiere. Lo primero es en esencia igual al Bookmark Manager de Chrome, esto es, marcadores visuales, que para eso estamos en 2015; y lo segundo se visualiza fácilmente recordando la historia del navegador: Opera Software inventó el tipo de página de inicio que se ha convertido en estándar y siguen siendo los mejores en ello.
No me gusta que la sección de Descubre -una suerte de “Opera News”- esté incrustada a la fuerza y sin posibilidad de eliminación, como tampoco me gusta que no se pueda configurar la barra de secciones, o la falta de ciertas opciones de personalización; y sin embargo la integración entre página de inicio y marcadores -en Opera 32 se eliminarán los duplicados- y cómo han resuelto el tema de las miniaturas -aunque es imperdonable que no escoja bien el color del sitio- es de notable alto, por no mencionar la función de agrupar.
Así, el sinsabor más repetido en Opera es observar lo rico de algunos aspectos y lo pobre de otros. Dos ejemplos: el botón a la derecha de la barra de pestañas, realmente útil para recuperar pestañas recién cerradas o encontrar y organizar las abiertas cuando hay muchas; y la cutrez máxima de no poder reordenar de los botones en la barra de herramientas, ni siquiera los de las extensiones.
Una característica diferencial que retoma Opera –Firefox y Vivaldi también la tienen y Chromium podría tenerla… corramos un tupido velo- es el panel lateral, el cual se nutre de extensiones y no hay demasiadas. Aún está lejos de la funcionalidad de antaño, pero promete.
Con todo, tal y como sucede con otros apartados del navegador solo se necesita tiempo para que lleguen los cambios oportunos, que por lo que parece llegarán (un cambio que pide a gritos Opera es la reubicación y renovación del botón y menú, ojalá lo hagan siguiendo los cánones actuales, a la derecha de la barra de herramientas).
Hasta aquí un poco del ya no tan nuevo Opera. Me dejo cosas por comentar, por supuesto, así que animo a cualquier interesado a probar por su cuenta la experiencia. Oficialmente solo se da soporte para Ubuntu, pero se distribuye un ejecutable y está empaquetado para las distribuciones más populares, no es difícil de conseguir. Si merece la pena o no, no tardaréis en comprobarlo.
Lo mejor:
- Arranque, rendimiento, estabilidad, compatibilidad… en resumen, toda la potencia de Chromium, sin estar enganchado a Google, como ocurre con Chromium y Chrome (otro debate sería si Opera Software es más de fiar que Google).
- Estilo propio. Es Opera y se nota.
- Soporta las extensiones de Chrome, que es un plus importante.
Lo peor:
- Aunque avanza a buen ritmo, todavía le queda para sentirlo como un producto completo y redondo. Muchos detalles por pulir (por ejemplo, Opera 32 mejorará la sincronización de datos de manera relevante).
- Que no sea Open Source, más allá de la base de Chromium.
- Que solo se integre bien con los bordes de la ventana en Ubuntu.
Me reservo una segunda vuelta más práctica que la presente. Sí, Opera regresa a las páginas de MuyLinux.
Fuente: www.muylinux.com