8 de marzo – ¿Qué pasa con las mujeres en ciberseguridad?
En el Día Internacional de la Mujer, te invitamos a reflexionar sobre la representación femenina en el ámbito de la ciberseguridad, repasando qué avances hubo y qué retos enfrentamos en el camino hacia la equidad de género.
A medida que avanza la tecnología, la protección contra las amenazas cibernéticas se convierte en una preocupación central. Sin embargo, la participación de las mujeres en este sector sigue siendo notablemente baja.
En este Día Internacional de la Mujer, te propongo una reflexión a ti que trabajas en ciberseguridad: ¿Cuántas mujeres ves a tu alrededor?
La ciberseguridad ha estado dominada por los varones, lo que refleja una tendencia persistente en muchas áreas de la tecnología.
Los estereotipos de género desempeñan un papel importante en la perpetuación de esta disparidad: la imagen del profesional de la ciberseguridad como masculino puede ser una barrera para el ingreso y el avance de las mujeres en la industria, y desalentarlas a considerar carreras en este campo.
En 2023, el número de profesionales de ciberseguridad a nivel mundial ascendió a 5.452.732 (en América Latina este número fue de 1.285.505), pero solo el 25% son mujeres.
Desafíos profesionales
La presencia femenina en la ciberseguridad se enfrenta a una serie de obstáculos importantes. Las teorías profundamente arraigadas retratan al profesional de la ciberseguridad como predominantemente masculino y esta percepción puede disuadir a las mujeres de considerar carreras en ciberseguridad, perpetuar la desigualdad de género y alimentar la escasez de representación femenina en la industria.
Son varios los obstáculos que dificultan el acceso de las mujeres a la ciberseguridad. Según una investigación de (ISC)² realizada en 2022, la mayoría de las mujeres que trabajan en este campo afirman haber sufrido discriminación de género. Un 87% de las mujeres declaró haber sufrido discriminación por sesgos inconscientes, mientras que el 19% afirmó haber sido víctima de discriminación explícita. Además, señalaron retrasos injustificados en el progreso profesional (53%) y reacciones exageradas a los errores (29%).
La discriminación también se refleja en la disparidad salarial. Los datos de (ISC)² muestran que el 32% de los varones que trabajan en ciberseguridad tienen un ingreso anual promedio entre $50,000 y $100,000 dólares, mientras que solo el 18% de las mujeres tienen el mismo ingreso. Además, el 25% de los varones tienen ingresos anuales de entre 100.000 y 500.000 dólares, mientras que en las mujeres solo el 20% logra esta retribución.
Sin embargo, la baja tasa de participación de las mujeres en los campos de la ciberseguridad y STEM (Science, Technology, Engineering, and Mathematics) se atribuye a una escasa presencia femenina en la educación superior en estas áreas, que trae aparejada una limitada reserva de talentos. Esta falta de representación en los entornos académicos contribuye a limitar el número de mujeres que consideran o ingresan a carreras relacionadas con la ciberseguridad.
La actualidad de las mujeres en ciberseguridad
A pesar de los desafíos, hay signos de cambio alentadores: datos recientes revelan que el 25% de los profesionales en este campo son mujeres, un aumento significativo en comparación con la tasa del 11% registrada hace una década. Este crecimiento evidencia un movimiento progresivo hacia la equidad de género en la industria y refleja los esfuerzos continuos para alentar y empoderar a las mujeres en ciberseguridad.
Este cambio está impulsado por organizaciones e iniciativas de todo el mundo que trabajan para promover la equidad de género en la industria al brindar oportunidades de educación, capacitación y tutoría para mujeres interesadas en unirse o avanzar en sus carreras en ciberseguridad.
Estos esfuerzos están contribuyendo a crear un entorno más inclusivo y diverso en el que las mujeres puedan prosperar y hacer contribuciones valiosas.
En puestos de liderazgo, además, se observa un aumento de la presencia de mujeres, lo que demuestra un importante avance hacia la igualdad de oportunidades en el sector. Las mujeres ahora ocupan puestos clave, lideran equipos y contribuyen a la formulación de políticas y estrategias.
Este progreso refleja el reconocimiento del valor y las habilidades de las mujeres y ayuda a cubrir la escasez de mano de obra en la industria, a la vez que aporta diversidad de perspectivas y experiencias que enriquecen la toma de decisiones e impulsan la innovación.
La creciente participación de las mujeres en ciberseguridad no solo promueve la equidad de género, sino que también fortalece a la industria en su conjunto. A medida que más mujeres ingresan a este campo, la industria se beneficia de una amplia gama de perspectivas, habilidades y talentos.
La diversidad es clave para abordar los desafíos cibernéticos cada vez más complejos y sofisticados, garantiza la seguridad y la protección de datos y sistemas vitales en un mundo digital en constante evolución.
En conclusión, si bien la brecha de género en ciberseguridad sigue siendo significativa, se está avanzando para cerrarla. Cada vez hay más conciencia sobre la importancia de la diversidad de género y cada vez son más las mujeres que se aventuran en la ciberseguridad.
A medida que la tecnología avanza y las amenazas cibernéticas se multiplican, la demanda de profesionales calificados/as aumenta y la industria de la ciberseguridad se presenta como una oportunidad emocionante e intelectualmente estimulante, con cada vez más presencia femenina.
Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para eliminar los estereotipos de género y la discriminación, y asegurar que las mujeres sean valoradas y respetadas. A medida que más mujeres ingresan a este campo, la industria se beneficia de una gama más amplia de perspectivas y habilidades, fortaleciendo su capacidad para enfrentar los desafíos cibernéticos del futuro.
Fuente: www.welivesecurity.com