El camino de Cuba hacia el software libre
Las tecnologías han alcanzado tal grado de desarrollo que resulta difícil en la actualidad seguirle la pista al dispositivo más moderno en el mercado antes de que una versión más actualizada lo suplante.
El desarrollo constante de equipos, instalaciones, programas, aplicaciones y sistemas operativos hace que solo contadas naciones -las capaces de mantenerse en competencia- dominen el sector tecnológico a nivel global.
La dinámica de hoy en la informática y las comunicaciones es regulada por un pequeño grupo de transnacionales que no solo impone al mundo sus tecnologías, sino que las establece como un estilo de vida.
Dicho estilo, insostenible para muchos países -tanto desarrollados como subdesarrollados- ha obligado a buscar plataformas alternativas que permitan un mayor acceso a esos productos: los códigos abiertos o software libres.
Las universidades cubanas no escapan a esa realidad y un ejemplo lo constituye el trabajo que en ese sentido realiza la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), ubicada en esta capital.
A decir de su rectora, Miriam Nicado, la UCI tiene la misma misión desde que fue inaugurada en 2002, mantenerse como un centro universitario productivo a través del desarrollo tecnológico y el vínculo estudio-trabajo.
En declaraciones a Prensa Latina, Nicado explicó que aunque la institución solo ofrece la carrera de Ingeniería Informática, cuenta con siete facultades que se diferencian por perfiles particulares de programación.
Esas dependencias acogen un total de 14 centros de investigación, donde se desarrollan en la actualidad alrededor de 200 tipos de aplicaciones y programas, muchos de ellos destinados a mercados nacionales y extranjeros.
En esos centros se creó, por ejemplo, la aplicación del software libre NOVA, un sistema operativo que ya se utiliza en varias empresas del país como alternativa a las diferentes versiones de Windows, puntualizó la rectora.
La especialista señaló que también se desarrollan aplicaciones para la telemática (redes), así como software educativos para todos los niveles de enseñanza, que no solo se aplican en Cuba sino también en varias regiones del mundo.
La UCI desarrolló, además, el Sistema de Identificación Nacional que hoy aplican nuestros registros de carné de identidad, y un software para niños débiles visuales que ya se utiliza en el hospital capitalino Pando Ferrer, subrayó Nicado.
Para comercializar sus productos, la institución académica ya tiene una estrategia marcaria establecida y registrada en el Centro Nacional de Derecho de Autor y la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial.
Con el objetivo de no tener que crear una marca para cada una de las aplicaciones, estas se agruparon bajo cinco marcas UCI de acuerdo a sus funciones: educación, salud, gestión de empresas, explicó la rectora.
Nicado informó que como parte de la estrategia de divulgación, la universidad realizará entre el 10 y el 14 de abril próximos su primera Conferencia Científica Internacional, UCIencia 2014.
Lo que se quiere es propiciar un espacio para el intercambio de experiencias en torno a la actividad científico-técnica en el campo de las ciencias informáticas y la computación, puntualizó la también presidenta del comité organizador del evento.
Nicado agregó que se espera la asistencia de importantes figuras a nivel mundial vinculadas al desarrollo de software libres, y puntualizó que se tratarán como temáticas todas las líneas de investigación que se llevan a cabo en el centro de altos estudios.
La UCI tiene en la actualidad cinco programas de maestría (hace tres años solo tenía dos), y a través de su Centro Internacional de Postgrado profesionales de varias naciones se forman como doctores en Ciencias Informáticas.
Esa universidad también prepara todos los años escuelas internacionales de postgrado de invierno y verano para estudiantes cubanos y foráneos.
El centro ha registrado un incremento importante en las relaciones internacionales y ya tiene convenios con más de 20 países de América Latina, Europa y África.
Ese fenómeno está estrechamente vinculado a la posición regional que ha alcanzado la UCI en materia de calidad de sus productos.
De los 14 centros de desarrollo que tiene la escuela, tres alcanzaron en 2012 la certificación Nivel Dos de calidad de software CMMI (Integración de Modelos de Madurez de Capacidades), que es el sello de calidad de software más importante a nivel mundial, dijo Nicado.
No obstante, la rectora recalcó que a pesar de esos logros fuera de las fronteras nacionales, el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba afecta gravemente la gestión de la institución en ese campo.
En 2013 quisimos optar por una certificación de Nivel Tres, pero como la CMMI radica en los Estados Unidos, en esa ocasión se nos negó la solicitud, otro ejemplo de lo que el bloqueo nos perjudica, recordó la directiva.
Otro problema que enfrentamos diariamente por la misma razón es la dificultad para comprar licencias para sistemas operativos como Windows, desarrollado por la compañía estadounidense Microsoft, acotó.
Nicado aseguró que el objetivo de la UCI es llegar a producir productos sobre código abierto para no tener que depender de las grandes plataformas como Microsoft.
Por ejemplo, ya en abril esa compañía dejará de producir actualizaciones para la versión Windows XP, por tanto la necesidad de migrar hacia el software libre es cada vez más imperante, concluyó.
Fuente: cubasi.cu