Se anuncia el KDE Distribution Outreach Program
Cerramos la semana pasada con dos noticias por dar, una que no podía faltar y otra la de la puesta en marcha del Distribution Outreach Program del proyecto KDE, que no es otra cosa que una respuesta a las últimas novedades que hemos tenido del escritorio, aunque siguiendo la tónica habitual parece que llamar a las cosas por su nombre no está de moda.
En esencia, con el Distribution Outreach Program la comunidad de KDE pretende mejorar la colaboración con cualquier distribución que integre el entorno de escritorio, subrayando que KDE es y seguirá siendo “distro-agnóstico”, es decir, que nunca antepondrá una mejor integración con una distribución concreta. Por lo tanto, si bien la noticia es positiva de cara a desarrolladores, es imposible no ver en esta iniciativa una suerte de movimiento conciliador en relación a los últimos acontecimiento en torno al proyecto.
Hablamos, por supuesto, del escándalo que generó el anuncio de KDE Neon, la distribución propia del proyecto KDE, basada en Ubuntu LTS. Las críticas no tardaron en surgir y la pregunta de si se trataba de un mal precedente lleva sobrevolando el asunto desde el principio. Al punto de que en openSUSE no se pudieron aguantar la reacción en el nombre, más que en la forma, de Argon y Krypton.
¿Es este el último capítulo del culebrón? Ojalá así sea, porque como se comentó en las anteriores noticias, no hay hecho que pongan en discusión la independencia tecnológica del software de KDE con respecto a las diferentes distribuciones GNU/Linux en las que está presente. Ni siquiera KDE Neon, a pesar de lo insólito de su aparición y de lo insólito de la actitud de sus responsables, que persisten en no llamarlo distribución para asombro de la comunidad Linux.
Como dice la canción, se hace camino al andar, así que hasta que no hayamos avanzado un trecho no se comprobarán las verdaderas implicaciones de KDE Neon. Pero no cabe esperar algo distinto de lo que ya se conoce, y prueba de ello es este Distribution Outreach Program, salido de la nada para mejorar la colaboración, pero con claros visos de servir de cortafuegos.