“Tener un enfoque sostenible es esencial para la estrategia de negocio”
Pedro Lerner, CEO de Grupo UNACEM, que abarca empresas de cemento, hormigón y energía con una destacada presencia en América Latina, destaca la apuesta acometida por el grupo para descarbonizar su actividad y contribuir así a la transición ecológica del sector.
La industria cementera es una de las que más gases de efecto invernadero produce, responsable de hasta el 8% de las emisiones mundiales de CO₂. Por ello, la descarbonización de este sector es especialmente relevante para mitigar el cambio climático, pero también supone una gran inversión: la transición ecológica de la industria de producción de cemento podría tener un coste de hasta 60.000 millones de dólares (unos 55.594 millones de euros) al año, según estimaciones.
Dar respuesta a un mismo tiempo a las necesidades del negocio y del planeta es el reto al que se enfrenta Grupo UNACEM, cuyo porfolio incluye compañías de cemento, hormigón y energía; presente en Perú, Ecuador, Chile, Colombia y EE UU. En 2021, anunció su intención de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Una tarea que, tal y como relata su CEO Pedro Lerner, ya está siendo acometida en varios frentes, desde el uso de renovables a la conservación de recursos hídricos.
¿Por qué es importante para el sector adoptar estrategias que reduzcan su impacto medioambiental?
Las emisiones totales y globales de CO₂eq (emisiones de CO₂ equivalentes) estimadas están en el orden de los 40.000 millones de toneladas anuales; de estas, aproximadamente 2.800 millones de toneladas provienen de la industria del cemento. Existe actualmente una gran presión en la industria global para ver cómo logra la disminución de sus emisiones, considerando que es un sector hard to abate [difícil de mitigar], y que tiene consumidores que deben conocer y aceptar productos ecoeficientes que tienen características diferentes.
De acuerdo con lo establecido en nuestra Declaración de Sostenibilidad [establecida en 2021 y basada en los pilares de Gobierno Corporativo, Medio Ambiente y Biodiversidad, Gestión Social, Economía Circular y Acción Climática], hemos definido metas para la reducción de huellas de carbono al 2030 y lograr la neutralidad de nuestros procesos y operaciones al 2050. Actualmente, ya contamos con metas concretas de reducción al año 2030 para nuestras unidades de negocio cementeras, las cuales representan una reducción del 21% con relación a las cifras del 2014.
¿Qué hitos se ha marcado el grupo para alcanzar este objetivo?
Hemos establecido lineamientos en base a dos palancas claves: la primera, relacionada a la reducción del factor clínker [cantidad de clínker que se emplea para fabricar una tonelada de cemento con relación al resto de materiales], que es uno de los principales desafíos en la industria; y la segunda, relacionada a la reducción del uso de combustibles fósiles y el uso de energías alternativas. Desde el Grupo UNACEM venimos invirtiendo desde hace años en energía y combustibles limpios. Por ejemplo, contamos con dos hidroeléctricas en Perú (El Platanal y Marañón), y las hidroeléctricas Carpapata I, II y II, que surten de energía exclusivamente a la Planta Condorcocha de UNACEM Perú. Solo en 2023, hemos destinado un aproximado de 500 millones de soles peruanos a proyectos que priorizan la eficiencia y sostenibilidad de nuestras operaciones.
Consideramos importante, también, invertir en el uso de residuos sólidos y soluciones basadas en la naturaleza para aprovechar los recursos naturales y la restauración de ecosistemas, así como apuntar a una economía circular de reutilización. Muestra de ello es nuestra Área de Conservación Privada (ACP), constituida por UNACEM Perú, la primera en Lima Metropolitana reconocida por el Ministerio del Medio Ambiente (MINAM) y promovida por una empresa privada. Esta área tiene la finalidad de conservar 787 hectáreas de lomas, además de destinar un espacio para la promoción de la investigación, el deporte y la recreación, pero sobre todo promover la dinámica productiva local.
¿Qué estrategias e innovaciones tecnológicas ha adoptado UNACEM para lograr estos objetivos?
Todas las empresas del Grupo UNACEM están enfocadas en la reducción de nuestra huella medioambiental. Este desafío implica, entre otros esfuerzos, un gran compromiso por la innovación. Por ello, estamos transformado nuestros procesos y nuestra manera de trabajar.
Dentro de la línea productiva, generamos cementos adicionados de alta resistencia y con baja huella de carbono. Por ejemplo, en UNACEM Ecuador utilizamos materiales que permiten el reemplazo del contenido de clínker en la elaboración de cemento, manteniendo su calidad. Adicionalmente, estimamos que en Drake Cement [planta cementera ubicada en Arizona propiedad del Grupo] al 2030 se pueda alcanzar una reducción de emisiones del 10% con la inclusión de combustibles derivados de residuos (CDR) y biomasa proveniente de residuos forestales.
En UNICON Perú cerca del 25% de la flota de mixers para el transporte del concreto tiene motores de combustión a gas GNV (combustible alternativo ecológico); y utilizamos gas natural en nuestra planta cementera de Lima, lo que nos ha permitido reducir más del 25% las emisiones de gases de efecto invernadero por consumo de combustible.
Por último, en el sector de energía, nuestra propuesta de valor con Celepsa [empresa generadora y distribuidora de energía carbono neutral] ha trascendido de la venta de un commodity. Contamos con un área de Sostenibilidad dentro de la Gerencia de Negocios, para ofrecer a nuestros clientes soluciones de eficiencia energética, como la certificación Triple C (Compromiso Carbono Negativo Celepsa).
Grupo UNACEM también presta atención al reaprovechamiento y la reducción del consumo de agua. ¿Qué acciones han emprendido para contribuir a la conservación de los recursos hídricos?
En Grupo UNACEM impulsamos una gestión responsable del agua en todas nuestras operaciones extractivas, portuarias y energéticas. En 2022 logramos recircular el 38% del total de agua consumida, es decir, 514.670 m3 de agua reciclada en todas nuestras subsidiarias de los negocios de cemento y energía.
Este resultado es el reflejo de los esfuerzos realizados en nuestros negocios como UNACEM Perú, que desde el 2013 cuenta con la medición de la huella de agua de sus actividades en las plantas de Atocongo y Condorcocha; y desde el 2018 ha sido reconocida por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) con la entrega del Certificado Azul. Además, hacemos uso de un sistema de enfriamiento de la planta industrial para colaborar con la recirculación del agua y, a su vez, aprovechar esta para el riego de las áreas verdes y sistemas contra incendios.
Por su parte, al cierre de 2022 UNACEM Ecuador logró reducir su consumo de agua en un 43,64%, gracias a su sistema de tratamiento y recirculación de agua de procesos.
¿Cómo ha incluido UNACEM la descarbonización de sus operaciones en su planificación de negocio?
Tener un enfoque sostenible es esencial para la continuidad del negocio. Contamos con un comité encargado de asegurar que las iniciativas estratégicas de las empresas del grupo incorporen criterios ESG para garantizar la sostenibilidad de nuestro negocio, su crecimiento rentable, y la generación de valor para todos nuestros grupos de interés.
A día de hoy, hemos avanzado en el planteamiento de nuestra estrategia para transitar hacia la carbono neutralidad. En ese sentido, la disminución del contenido de clínker por tonelada de cemento de nuestras unidades de negocio UNACEM Perú y UNACEM Ecuador en 2022 presentaron los avances más significativos, con un factor clínker/cemento del 85,0% y el 70%, respectivamente.
En UNACEM Ecuador logramos también sustituir el uso de combustibles fósiles en un 11,8% por aceites usados y en un 6,16% por biomasa en el mismo año; y reducir el consumo de energía eléctrica un 3,14% en relación con la línea base de 2013, logrando la certificación ambiental Punto Verde del Instituto para la Certificación Ética y Ambiental (ICEA) de Ecuador. Mientras que en UNACEM Perú implementamos grandes avances tecnológicos en las plantas con el fin de lograr una mayor eficiencia energética, posicionando la sede de Atocongo dentro del 10% de las plantas más eficientes a nivel internacional.
Una de las estrategias con mayor impacto positivo en la reducción de emisiones a gran escala es la adopción de recursos energéticos renovables. Durante 2022, como Grupo UNACEM, utilizamos 799.327 MWh de energía de fuentes renovables en nuestras operaciones del rubro de cemento.
¿Qué relevancia tienen las sinergias entre el sector público y privado para impulsar la descarbonización del sector?
El desarrollo sostenible es posible gracias al trabajo conjunto entre la empresa privada y autoridades o entidades públicas. Por ejemplo, en Perú, el registrar nuestras emisiones de GEI en la plataforma Huella de Carbono Perú, herramienta oficial del MINAM, permitió que UNACEM Perú se convierta en la primera cementera peruana en obtener el primer nivel de reconocimiento en dicha herramienta.
Mientras que, en Ecuador, participamos del proyecto de compensación del Programa Ecuador Carbono Cero, que cuantificará la huella de carbono por producto de los diferentes tipos de cemento que comercializa la empresa.
Celepsa, por su lado, constituyó el Patronato de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, para preservar los ecosistemas paisajísticos de la zona.
Las start-ups dedicadas a la producción de cemento verde también ganan peso en el mundo de la inversión. ¿Qué oportunidades de colaboración existen con empresas emergentes? ¿Cómo pueden estas alianzas ayudar a acelerar e incorporar la innovación al sector?
Las start-ups de construcción en general están apostando por revolucionar el sector, introduciendo nuevas tecnologías, transformando los procesos de la industria y rompiendo esquemas tradicionales. Estas van desde generar automáticamente los planos en 3D de un edificio completo hasta tecnologías que capturan el CO₂ de cenizas volantes y escorias para transformarlas en material reactivo necesario para la fabricación de cemento que cumpla con los requisitos más estrictos de la industria.
Consideramos que las colaboraciones entre start-ups y empresas líderes deben afianzarse para seguir impulsando la adopción de nuevas tecnologías y prácticas sostenibles, lo que supone una contribución significativa a la descarbonización, posible reducción de costos económicos y sociales, así como la reducción del impacto ambiental del sector.
Fuente: www.technologyreview.es